Historia de Lanzarote
Cubierta por un velo de misterio, la historia de Lanzarote presenta grandes lagunas que se mantienen ocultas, en parte debido a los orígenes volcánicos de la isla. Descubre la historia de Lanzarote desde sus orígenes hasta nuestros días.
Primeros asentamientos
Lanzarote es una isla en la que no se ha conseguido recuperar restos antiguos de sus civilizaciones. Una de las razones la encontramos en su geografía, ya que el origen de Lanzarote es volcánico y la isla presenta una fuerte erosión, algo que hace que se conserven escasos restos de su pasado.
Pese a ello, se sabe que los primeros pobladores de la isla fueron los majos, al igual que en Tenerife o en Fuerteventura. Estos primeros habitantes de Lanzarote llamaban a la isla Tite-Roy-Gatra y no sería hasta después del siglo XV que tomaría el nombre que tiene actualmente, obra del navegante genovés Lancelotto Malocello, quien comerció durante quince años con los habitantes de la isla.
Poco se conoce de estos primeros pobladores debido a la falta de estudios antropológicos, pero lo que sí se sabe es que mantenían unas características físicas similares a las de los habitantes del norte de África, además de que vivían en cuevas y poseían habilidades para la caza y la pesca.
Conquista de Lanzarote
La historia de Lanzarote continúa con la conquista de la isla, que llegó en el año 1402 de la mano del normando Jean de Bethencourt, quien llevaría a cabo una sencilla conquista sin apenas oposición gracias al apoyo del rey castellano Enrique III.
A su llegada instauró la primera Diócesesis de Canarias en un territorio muy cercano a Playa Blanca. Más tarde llevaría todo el centro de poder de la isla a la antigua aldea de los majos, Teguise.
Durante este periodo la población nativa de la isla estuvo a merced de los nuevos colonos, siendo utilizados como mano de obra y para intercambios de mercancías. Pese a esto, Lanzarote creció de una manera considerable, se establecieron nuevos cultivos, se creó una economía de mercado en la isla y se consiguió instaurar los estándares y creencias de Europa.
Señorío de Lanzarote y erupción volcánica
En 1454 se otorga a Diego de Herrera y doña Inés Pereza el señorío de Lanzarote, un hecho que marcaría el futuro de la isla y que la convertiría en un modelo feudal hasta 1812.
Los siguientes siglos estuvieron marcados por una fuerte inestabilidad en el territorio, llegaron los periodos de crisis y se vivieron auténticas sequías y ataques obra de invasores extranjeros.
Uno de los principales problemas a los que tuvieron que hacer frente los habitantes de la isla tuvo su origen en la tierra. Durante esta época se sucedieron varias erupciones volcánicas que sepultaron varios pueblos y aldeas. Este suceso provocó el éxodo de gran parte de su población y la pérdida de enormes extensiones de cultivo.
Después de unos años la isla volvió a estabilizarse y la ciudad de Arrecife empezó a ganar importancia política y económica. Gracias a su puerto, la actividad comercial pasaba por sus calles, por lo que se posicionó como la nueva capital de la isla.
Principios del siglo XX
A principios del siglo XX Lanzarote comienza a vivir su etapa de esplendor comercial, con grandes avances en el tráfico de mercancías y con la llegada de importantes mercaderes a la isla. Se impulsa también la mano de obra y se consigue crear una infraestructura comercial muy parecida al modelo de la península.
También se empieza a apostar por nuevos cultivos como la batata, el melón o la sandía. El tabaco gana posiciones en la isla y el crecimiento de su economía comienza a atraer a cada vez más turistas.
Durante los tiempos de la dictadura, la isla decidió mantener un perfil bajo, sobreviviendo con sus propios recursos. En este momento se produce otro gran éxodo de población debido a la falta de puestos de trabajo.
Durante este tiempo se decidió apostar por la industria pesquera y es cuando la isla comienza a encontrar un factor prometedor para su economía.
Una isla cultural
En 1966 el pintor César Manrique regresa de su estancia en Nueva York y se asienta de forma definitiva en Lanzarote. Durante este tiempo decide transformar la isla y convertirla en todo un hervidero cultural.
Se inician campañas para la conservación de restos arqueológicos, se apuesta por políticas que valoren el turismo sostenible y se pretende atraer cada vez a más gente gracias a la riqueza cultural de la isla.
Fruto de toda esta lucha por la mejora de la isla llegó un problema con el que no contaban sus habitantes, el turismo masivo. La isla empezó a estar sobre explotada y cada vez recibía un mayor número de visitantes, algo que se convirtió en una situación insostenible. Fruto de todo estos llegaron las protestas de gran parte de la población en busca de conseguir un equilibrio que fuera beneficioso para la isla.
Lanzarote en la actualidad
En la actualidad, Lanzarote es una de las islas más turísticas de toda España, con un ambiente e infraestructuras únicas en Europa y que han ido mejorando con los años.
La isla ha sido declarada patrimonio de la Biosfera por la UNESCO y, a día de hoy, se siguen implementando varias políticas para conseguir un turismo sostenible.